miércoles, 16 de octubre de 2013

Dolmen de Menga. Antequera. (Interior).



Nos encontramos ante una de las imágenes del interior de las cuevas de Menga, se trata de un Dolmen de galería cubierta. Pertenece al arte funerario del neolítico. 2500 a. C.
Podemos observar que se utilizan grandes piedras para realizar dichas obras (es por ello que a esta arquitectura se la conoce como ‘arquitectura megalítica’ (la ‘mega’ quiere decir ‘grande’ y ‘litos’ ‘rocas’). Se podían encontrar principalmente en los límites de los poblados con el objetivo de que reposaran los restos de sus antepasados. Este tipo de monumento se podía encontrar por toda la fachada atlántica europea durante el V-IV milenio. A parte de esta existieron otras variedades de construcciones megalíticas, como pueden ser: el menhir, el alineamiento o el crómlech…
Estos monumentos megalíticos empiezan a crearse como consecuencia del descubrimiento de la agricultura, se construyeron a lo largo de toda la fachada atlántica europea desde el V o el IV milenio. En ellos se evidencia la preocupación por el culto a los muertos. La función de estos monumentos era de carácter funerario.  La arquitectura ante la cual nos encontramos se trata de un Dolmen y se caracteriza principalmente por ser una tumba colectiva, aunque existen otros tipos de arquitectura como el menhir (Consiste en un bloque monolítico vertical, hincado en el suelo, cuya función se cree que era la de “fijar” el espíritu de los fallecidos para permitir su descanso eterno.); el alineamiento (agrupación de menhires en hileras.); o el cromlech (este no se empleaba como lugar de enterramiento, sino que se cree que estaba relacionado con templos de culto solar. Está formado por la alternancia de menhires y trilitos dispuestos en forma circular.), concretamente la galería cubierta se estructuraba por cojibas, ortostatos y menhires hincados en el suelo de forma circular que servían para sujetar las rocas (horizontales) que conforma el techo.

Existen otro tipo de dólmenes, como pueden ser:  el dolmen simple o el sepulcro de corredor. Muchas de estas tumbas aparecen decoradas con figuras geométricas.  Partir del III  milenio se comenzaron a cerrar estas tumbas, enterrándolas con arena y originando túmulos, aún se desconoce el motivo principal por el que lo hicieron, pero se cree que su fin era ocultar las tumbas ante los saqueadores que buscaban piezas de valor en los ajuares.

Para levantar estos monumentos se necesitaban muchos hombres y su tiempo de realización era prolongado, por ello sabemos que las sociedades que originaron este tipo de construcción estaban organizadas de forma completa, al contrario que las tribus del paleolítico donde las diferencias entre semejantes no estaban tan acentuadas. Se sabe que para hincar las piedras verticales al suelo primero hacían un agujero y luego levantaban la piedra mediante un sistema de cuerdas, para conseguir subir la roca horizontal (que haría de techo) lo hacían subiéndola a través de montañas de tierra, a continuación eliminaban la tierra y quedaba terminado el monumento.

Práctica realizada por Diego Cervera Cebrián

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